La luz es uno de los elementos más importantes para la creación de ambientes en interiores. Una buena iluminación ayuda a resaltar aspectos de la decoración, a realzar los colores y las texturas, y puede cambiar nuestro estado de ánimo. Un correcto alumbrado dará amplitud y calidez a tu casa, pero además puedes jugar con la luz según lo que más te apetezca. Descubre los diferentes tipos que existen, cómo jugar con ellos y dónde colocarlos según la función del espacio.
Luz natural, nuestro gran aliado
Aunque no la podemos controlar, la luz del sol es la más importante dentro de una casa. Debemos buscar un edificio que esté orientado al sol y que reciba sus rayos durante las máximas horas posibles. El tamaño y la orientación de nuestras ventanas será fundamental para aprovechar esa luz. Te aconsejamos que juegues con ella y reduzcas su intensidad mediante estores o cortinas verticales, dependiendo de la estancia de la casa.
Luces cálidas
Es la luz que emiten las bombillas tradicionales, que tiene un color amarillento. Esta luz crea calidez, es ideal para lugares de la casa en los que busquemos una iluminación más suave, como la sala de estar.
Luces frías
Dentro de este tipo de luces encontramos la luz neutra, que es más blanca, y la luz completamente fría, que se acerca más al azul. Las luces neutras son perfectas para lugares en los que necesitamos ver con claridad la tonalidad de los productos, son las que se usan en los expositores. Este tipo de luz también es muy frecuente en los baños. Las luces azules son muy utilizadas en las cocinas modernas, para resaltar texturas metalizadas y contrastar los colores.
¿Cuál es la iluminación perfecta?
Podemos decir que no existe una iluminación ideal como tal, ya que la colocación de luces en un hogar es totalmente personal. Te aconsejamos que zonas como la cocina o el baño tengan abundancia de luz, ya que son lugares que necesitas gran visibilidad. Refuerza la luz general con halógenos, luces de encimera o pequeñas lámparas. Por otro lado, en estancias en las que te relajas como el salón o el dormitorio, inclínate más por luces cálidas, tenues, que induzcan al descanso.
Aquí te contamos algunos detalles sobre la luz pero ahora te toca a ti jugar, probar y descubrir la iluminación que más vaya con tu decoración. Recuerda que un buen alumbrado ayuda a dar amplitud y resaltar cada pequeño rincón, además de dar alegría en el día a día. ¡No vivas en la oscuridad!